LA PALABRA DE ELLOS

Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos…
— Juan 17:20 RVR60


GRAN ORACIÓN… Juan presenta esta oración del Señor, la cual prácticamente termina, para dar inicio a la entrega de Jesús a las autoridades, por parte de Judas, en el huerto de Getsemaní.  Jesús está orando al Padre por sus discípulos.  Aquí, en Juan 17, Jesús está entregando al Padre un informe de su ministerio aquí en la tierra.  Jesús está cerca del final de una etapa para dar inicio a otra, que es la entrega de sí mismo para ser sacrificado y convertirse en el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…”.  Él dice: “No ruego por el mundo, sino por los que me diste (sus discípulos) … (Jn.17:9).  Pero de repente su oración cambia, para aclarar con el cielo que está incluyendo también en su petición a los creyentes que todavía no existían, los que creerían en El, estando El ausente.  Jesús asume que muchos se sumarán porque ellos, sus discípulos, abrirán la boca y la palabra de ellos añadirá gente al reino.

ES UNA CADENA que crearía una especie de constante.  La palabra de Cristo daría a luz a los primeros discípulos, la palabra de los discípulos daría a luz al resto de los creyentes.  Y así fue, miles de convertidos a Cristo siguieron a esta primera cosecha.  Dios respondió de inmediato y así nació la iglesia.

YO CREO que esta oración del maestro está activa hoy sobre la tierra. Nuevas generaciones de creyentes surgen por la palabra de la generación que le antecede.  Ellos, los discípulos, daban la palabra, “y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” … (Hechos.2:47).

EL APÓSTOL PABLO instaba a la iglesia a orar y suplicar en el Espíritu por los demás y también por él; y ¿cuál era el fin de orar por él? “A fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio… que con denuedo (valor, arrojo, intrepidez, coraje, corazón) hable de él, como debo hablar. (Efesios. 6:18-20).  HAY QUE HABLAR la Palabra, ¿Qué clase de Palabra?  La que produce creyentes.

OREMOS JUNTOS: Padre nuestro, tomamos esa oración que comenzaste cerca del Huerto de Getsemaní, donde iniciaste tu camino hacia la Cruz, con la cual encontramos redención y la restauración de nuestra relación con Dios.  Gracias por pensar en nosotros, los que “habrían de creer en ti”.  Pedimos que nos des esa Palabra por la cual se han de convertir a ti los que han de creer por nuestra palabra.  Como nosotros creímos y recibimos salvación, haz que ellos crean por las palabras que les hablemos.  Danos el denuedo que pedía el Apóstol para abrir la boca y que por ello se añadan a la iglesia los que recibirán salvación y comenzaran a crecer y madurar para luego servirte.  Nos unimos a ti para pedir salvación por Panamá en el Nombre de Jesús.