EL MENSAJE NAVIDEÑO: JESÚS NACE
“Gracias a la tierna misericordia de Dios, desde el cielo, la luz matinal está a punto de brillar entre nosotros…”
“Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora...”
En nuestras palabras para los amigos y familiares acerca de la celebración navideña no diremos solo que Jesús nació en navidad. Es un mensaje trillado el cumpleaños de Jesús. Además, no está acorde con lo que la Biblia dice acerca de su PRE-EXISTENCIA. El es el ALFA y LA OMEGA, o sea el principio y el fin. Estaba antes con el Padre creándolo todo y estará asegurando para los que creemos una eternidad dichosa para siempre.
Fue Zacarías, el padre de Juan El Bautista quien dijo algunas de las mejores palabras proféticas, mientras transmitía el mensaje que el Espíritu Santo le daba para anunciar el nacimiento del Mesías y la misión de su hijo Juan, quien sabemos que precedió a Jesús anunciándolo y preparando su llegada a la tierra con el Salvador del mundo.
“Y tú, mi pequeño hijo, serás llamado profeta del Altísimo, porque prepararás el camino para el Señor. Dirás a su pueblo cómo encontrar la salvación mediante el perdón de sus pecados. Gracias a la tierna misericordia de Dios, desde el cielo, la luz matinal está a punto de brillar entre nosotros, para dar luz a los que están en oscuridad y en sombra de muerte, y para guiarnos al camino de la paz.”
No, Jesús no nació en Navidad, ni murió en Semana Santa. El puede nacer en cada corazón que le reciba hoy. Damos gracias a la entrañable misericordia de Dios, con que nos visita cada vez que alguien clama a El pidiendo su gracia y su perdón. Es mejor no irnos tras el romanticismo de la época e insistir en la posibilidad de que Jesús se revele a las vidas de todos los que le invocan.
El ángel habló a los pastores:
“No tengan miedo —dijo — Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor —ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!”
La gente necesitaba en ese entonces referencias de fechas y lugares. Era el comienzo de un nuevo trato de Dios con la humanidad, era el período de la gracia de Dios. Los judíos necesitaban referencias de genealogías y profecías antiguas acerca del Mesías prometido a la nación hebrea.
La gente hoy necesita un Cristo que se ve nacido y viviente, vibrante y renovador en los corazones de los cristianos. El mundo necesita luces para las casas, arbolitos, nacimientos, calles. Nosotros debemos dejar salir la luz de Cristo desde nuestro corazones hasta las oscuridades del prójimo, amigos y familiares que nos rodean. Digamos a todos, como el texto:
““su luz matinal está a punto de brillar entre nosotros, para dar luz a los que están en oscuridad y sombra de muerte!” ”