LA ESPERANZA INVISIBLE, PERO SEGURA

Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
— Romanos 8.25

Veamos nuestra salvación en sus tres etapas:

Es pasado: porque fuimos salvos en el momento en que creímos en Jesucristo como Señor y Salvador (Romanos 5.1-11; 6.1-11); nuestra vida nueva (vida eterna) comenzó en ese momento.

Es presente: porque nos estamos salvando; o sea, estamos en proceso de santificación (Romanos 6.1 al 8.39). Pero al mismo tiempo no recibimos por completo los beneficios y bendiciones de la salvación que recibiremos cuando el reino de Cristo se establezca definitivamente. 

Es salvación futura: aunque estamos seguros de nuestra salvación, seguimos mirando con esperanza y confianza hacia aquel cambio completo de cuerpo y personalidad que nos espera más allá de esta vida, cuando seamos como Él es. 1 Juan 3.2 (Biblia Diario Vivir)

Viene el día en que seremos como Él es:

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como él es.  Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
—  1 Juan 3.2-3

El Apóstol Pablo insistía en lo valioso de esta espera:

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.  Romanos 8:22-23

Será un sufrimiento temporal:

Como los dolores de parto son temporales y terminan en el nacimiento, así la creación sufre esta corrupción en la esperanza de salir de ella a otro estado mejor. El cristiano participa en esta esperanza, la de llegar a tener un cuerpo inmortal. (Comentario al N.T. de W. P.)

Los santos gimen por la resurrección del cuerpo y su plena admisión en el disfrute completo de la redención. (Comentario de F.B. Meyer)

¡Cuán diferentes son la sentencia de la palabra y el sentimiento del mundo respecto de los sufrimientos de este tiempo presente! (Mathew Henry)  

El poder redentor de Dios de seguro actuará:

No es nuestra vida una sentencia a vivir en estado de corrupción interminable, con el pensamiento constante de que “las cosas se van a poner peor”.  “Pablo no decía eso. Veía el pecado humano y el estado del mundo; pero veía también el poder redentor de Dios. Por lo tanto, lo veía todo con esperanza. La vida no era para él una “espera desesperada” del trágico final de un mundo sitiado por el pecado, la muerte y la corrupción; sino una anticipación anhelante de la liberación, la renovación y la recreación que obrarán la gloria y el poder de Dios. No es una esperanza abstracta y mística, casi fantasiosa, SE TRATA DE LA REDENCIÓN DE NUESTROS CUERPOS.

Hay que aguzar la vista a ese glorioso futuro:

En Romanos 8:19 se usa una palabra maravillosa para anhelante expectaciónapokaradokíaque describe la actitud del que echa adelante su cabeza y aguza la mirada escrutando el horizonte para descubrir en la distancia las primeras señales del amanecer de la gloria. (Comentario de Barclay)  

El pecado causó la caída de la creación del estado perfecto en que Dios lo creó todo. El mundo está sujeto a frustración y deterioro a fin de que no cumpla con su propósito original. Un día la creación será liberada y transformada. Mientras llega ese día, esperemos con impaciente expectativa la resurrección de los hijos de Dios. (Biblia Diario Vivir)

Rev. Jorge Echazábal