EL FRUTO DE LA PERSUACIÓN

…sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.  Santiago 5:20

Ya sabemos que el cielo parece estar pendiente del arrepentimiento de un pecador.  Jesús mismo afirma que el gozo se contagia a los ángeles y que el cielo se llena de alegría cuando alguien decide el cambio que lo regresa al camino del Señor.

Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. 10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. Lucas 15:7-10

Dios tiene sus agentes en la tierra.  No son los ángeles, porque no está dentro de sus funciones el venir a la tierra a conquistar las almas.  Sus agentes somos nosotros, comisionados por Dios para comunicarles a los hombres la buena noticia del Evangelio, que dice que “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” I Timoteo 1:15

En el Antiguo Testamento hay un pasaje bíblico en el que se presenta una atmósfera espiritual o moral parecida a la de la actualidad.  Dios quiso resolver el problema. Sus castigos estaban por caer sobre la tierra, pero antes de proceder realizó una búsqueda:  

El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. Ezequiel 22:29-30

Creemos que el Dios de los cielos, grande en misericordia, hoy estará buscando a alguien que se coloque a favor de los hombres de este tiempo, para que no sufran más los juicios que corresponden a sus malas conductas.  Será un intercesor, uno que busque la manera de reconciliar a los hombres con Dios y pueda contribuir a la transformación de un mejor entorno, lleno de paz y de gente que actúa conforme a la voluntad del Creador, gente que teme a Dios y le guarda reverencia, que le invoca y le adora.  En los días de este profeta Dios no encontró a ese hombre así que Dios se vio en la necesidad de corregir duramente a los hombres con graves juicios de destrucción.

Pero hoy alguien puede ponerse entre Dios y nuestra familia, amigos, compañeros y evitar que ellos sigan siendo destruidos.  Soy yo, eres tú.  Que Dios ponga en nosotros esa pasión, “como si Dios rogase por medio de nosotros” o como el poema:

Oh! Que hubiera una pasión por las almas

Un amor que ame de verdad

Un fuego que arda hasta la muerte

Encendido de dolor por los demás

Oh! Que hubiera en la oración poder triunfante

Que conquiste y convierta al pecador

Oración que sea ofrenda y sacrificio

De un santo y rendido corazón.