VIRTUALIDAD CON ESPIRITUALIDAD
Quizás esta fue la primera reunión “virtual” de la iglesia. Se estaba tratando un caso de extrema seriedad, un problema con un miembro de la iglesia de Corinto que produjo una fuerte reacción del apóstol Pablo a la distancia. Si hubiera existido un sistema como Zoom, quizás Pablo hubiera convocado una reunión por medios digitales. Los demás estarían en Corinto y Pablo en otra ciudad como el convocador para atender un asunto interno de la Iglesia primitiva.
Pero, aunque el apóstol no estaba presente, el había emitido su voto para decidir que hacer en este asunto. La persona culpable de pecado, en este caso incesto, debería ser expulsado de la iglesia de inmediato. Pablo dio a entender que la decisión se tomaría como si el hubiera estado presente. Pero no dejó por fuera que un elemento sería importante en esta reunión: “el poder de nuestro Señor Jesús…”.
Veamos esta expresión en otras versiones de la Biblia:
NVI - y con su poder yo los acompañe en espíritu…
RVC - y en espíritu yo esté con ustedes, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con su poder…
TLA - hagan de cuenta que estoy con ustedes, y recuerden que tienen el poder y la autoridad del Señor Jesús…
DHH - yo estaré con ustedes en espíritu, y también el poder de nuestro Señor Jesús estará con ustedes
Esto de: “el poder y la autoridad de nuestro Señor Jesucristo” no era otra cosa que la investidura del Espíritu Santo sobre los líderes para actuar con autoridad espiritual y dependencia de Dios para administrar la iglesia, no como si fuera una empresa sino la misma “unción” de la que Jesús habló cuando dijo: El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para… Lucas 4:18 RVC
Era el estilo de Pablo, en especial entre los gentiles, actuar bajo la unción del Espíritu:
Porque no me atrevería a contar sino lo que, de palabra y obra, Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los no judíos; y esto mediante poderosas señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios… Romanos 15:18-19 RVC
En lo secular, ya comienzan a reemplazar el término de “Educación Virtual” a “Educación a distancia”, como corresponde. Los medios digitales no hacen “virtual” la ministración en los asuntos del Señor. Vemos a las personas reales al otro lado de la pantalla, no “virtuales”, asegurémonos de que con esta invasión tecnológica no dejemos de depender de la reacción que se espera al otro lado por la ministración del Espíritu, en enseñanzas, prédicas, reuniones, ayunos, alabanzas, vigilias. El Señor Jesús dejó claro que debíamos depender siempre de su poder: “Porque separados de mí, nada podéis hacer…” Juan 15:5
El apóstol Pablo estaba consciente de algo respecto a todo lo que el hacía en cuanto a la expectativa de resultados espirituales, cuando dijo:
“lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.” 1 Corintios 2:13
Esperemos conversiones, llenuras del Espíritu, cambios radicales, gritos de júbilo, lágrimas de quebrantamiento previas al arrepentimiento o como resultado del “toque” del Espíritu. Oremos por su visitación, que la frialdad de un instrumento tecnológico no impida su mover. No existirá nunca una “Iglesia virtual”. La Iglesia es real, vivimos una “koinonía” muy limitada pero nada ha podido ni podrá reemplazar, o amenazar la existencia de la comunión espiritual de los verdaderos creyentes.