COMUNIÓN MINISTERIAL PARA LA MISIÓN

Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
— Hechos 13:2

Comunión de Ministerios

La semilla del avivamiento en Antioquía había sido el primer mártir, Esteban.  La Biblia dice: Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos. (Hechos 11:19)

Pero este movimiento no se quedaría entre los judíos solamente.  El mundo griego estaba a punto de experimentar algo más poderoso que su mitología, filosofía, gnosticismo y variadas ciencias; quedaría demostrado que el Evangelio no era solo religión, sino poder de Dios para salvación.  El relato de Hechos continúa:  Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. (Hechos 11:20-21)

El cielo se detuvo a mirar hacia Antioquía; quizás vieron una mezcla perfecta de ministerios más una iglesia en avivamiento.  El Espíritu Santo no se pudo contener al verles reunidos orando y ayunando.  Decidió dar curso a nuevas acciones. 

No Solo Era Misiones…

El enfoque no solo era el nacimiento de la obra misionera.  Se trataba de El siguiente paso...  Ya habíamos visto lo que el Espíritu estaba haciendo para hacer cumplir aquel esquema que el Señor Jesús había trazado en Hch. 1:8 cuando les conminó:  Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.  Era la “agenda del Espíritu”, el “cronómetro de Dios”, o la “bitácora del Cielo”, que tienen registrado, en la presciencia de Dios, lo que sigue en los planes y propósitos para su Iglesia y para sus siervos.  Era el tiempo de comenzar a completar el mandato de “hasta lo último de la tierra”.

Para el Espíritu No Hay Confinamientos, Ni Cuarentenas

Creo firmemente que Dios no ha hecho un paréntesis en su agenda que dice “Pandemia Covid-19”.  El no se detuvo a cumplir el protocolo de confinamiento del Espíritu, ni la cuarentena de la Gran Comisión.  Nuestra iglesia debe fortalecerse en una KOINONÍA FIEL Y FRUCTÍFERA, en una expectante búsqueda de Dios, para ver cuál es el SIGUIENTE PASO en la visión de Dios para nuestra congregación, porque su obra no se detiene.  El “Principio de Dolores” ha comenzado y Dios quiere ver a su pueblo, aunque golpeado y debilitado por los acontecimientos del mundo, pero lleno de energías espirituales, de dones en acción y rendimiento, de conquista de almas, porque el conteo regresivo para esta tierra ha comenzado y “la noche viene, cuando nadie puede trabajar. (Jn. 9:4) Mire lo que dice el consejo apostólico:

Esto es aún más urgente, porque ustedes saben que es muy tarde; el tiempo se acaba. Despierten, porque nuestra salvación ahora está más cerca que cuando recién creímos. La noche ya casi llega a su fin; el día de la salvación amanecerá pronto. Por eso, dejen de lado sus actos oscuros como si se quitaran ropa sucia, y pónganse la armadura resplandeciente de la vida recta.
— Romanos 13:11-12 NTV