ALABANZA: ESPERANZA Y DESTINO FINAL

¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía, y Dios mío.
— Salmos 42:5

El salmista se pone por encima de su estado emocional y le dice a su alma: “Tengo una cita al final del camino:  Alabar a Dios, así que, espéralo”.

La versión NTV dice: “¡Pondré mi esperanza en Dios! Lo alabaré otra vez…”

Muchas personas malintencionadas le decían: ¿Dónde está tu Dios?  Este feroz ataque lo mantenía en un estado de depresión y angustia.  Aún recordaba los buenos tiempos pasados, pero nada parecía sanarlo… hasta que descubrió la medicina para su mal:  esperaría en Dios.  Declaró: “Pero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.” —Salmos 42:8

Si tenemos salvación estaremos seguros de que un final inevitable será, de alguna manera, llegar a su presencia, para alabarle por la eternidad.

AÚN HE DE ALABARLE porque para eso fui adoptado por Dios:

…habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado —Efesios 1:5-6 

 

AÚN HE DE ALABARLE porque fue su promesa para los redimidos desde tiempo antiguo:

Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.—Isaías 51:11

 

AÚN HE DE ALABARLE porque nuestro futuro está garantizado:

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. —1 Tesalonisenses 4:17 

 

AÚN HE DE ALABARLE porque en el cielo seremos un numeroso coro:

Y oí un sonido que venía del cielo… Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos…                                                                                                      —Apocalipsis 14:2-3 NTV

 

AÚN HE DE ALABARLE porque los redimidos seremos reyes y sacerdotes para nuestro Dios:

…y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,y reinaremos sobre la tierra. —Apocalipsis 5:9-10

 

AÚN HE DE ALABARLE porque como pueblo suyo, es nuestro destino… por la eternidad:

Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas. —Salmos 79:13

Rev. Jorge Echazábal