Guiados por el Espíritu
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. - Romanos 8:14 –
Jesús abrió la puerta para que todos los que lo recibieran pudiesen ser llamados “hijos de Dios”. Hemos aprendido que Dios quiere adoptarnos como sus hijos, y permitirnos ser co-herederos con Jesús, pero este proceso requiere que permanezcamos con el Espíritu Santo como sello de garantía. Dios mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo. - 2 Corintios 5:5 NTV -
¿Hemos recibido al Espíritu Santo?
Jesús les prometió a sus discípulos que recibirían al Espíritu Santo. Este evento en pentecostés fue el punto de cambio que convirtió un grupo de seguidores de Jesús en predicadores con denuedo. Un grupo que se dispersó por temor cuando atraparon a su maestro que se volvieron hombres que valientemente hablaban en el nombre del Señor. Hombres sin preparación que terminaron defendiendo el evangelio con elocuencia y verdad incluso ante los líderes religiosos de la época. Si tu respuesta a la pregunta no es afirmativa o tienes dudas, debes anhelar la llenura del Espíritu Santo. Aun cuando cuentes con habilidades y conocimiento, es indispensable que cuentes con el “Ayudador”.
¿Permanecemos llenos del Espíritu Santo?
Pasa el tiempo y la llenura del Espíritu Santo para algunos se puede volver parte del pasado. Recordamos eventos en los que fuimos impulsados o dirigidos por el Espíritu Santo. La pregunta que queda es como está ese “nivel” el día de hoy. Un vehículo lleno de combustible solo puede llevarnos una cierta distancia y se detendrá a menos que nos mantengamos abasteciendo con frecuencia de combustible. Las vírgenes insensatas tenían su lámpara encendida, pero no se aseguraron de tener aceite adicional junto con sus lámparas para poder llegar hasta el último momento.
¿Somos guiados por el Espíritu?
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” Jn16:13 Debe ser una constante real en nuestras vidas la guía y dirección del Espíritu Santo. Es tiempo de cambiar nuestros hábitos de autosuficiencia (incluso espiritual) y empezar a ejercitarnos en andar por el Espíritu. Al levantarnos debemos presentarle al Espíritu Santo nuestros planes… y esperar su respuesta. El libro de los Hechos nos demuestra cómo el Espíritu Santo dirigía o prohibía a los creyentes ir a ciertos lugares, incluso cuando el plan era predicar el evangelio. Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida… (Gálatas 5:16)
¿Estamos capacitados por el Espíritu?
A los que deciden rendirse al Espíritu Santo, Él los capacita. Dios nos da un espíritu de poder, amor y dominio propio (2 Timoteo 1:7). Recibimos ese poder para ser testigos de lo que Dios ha hecho (Hechos 1:8). A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente 1 Corintios 12:7. La clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. (Galatas 5:22)
¡Estamos invitados a la aventura de andar por el Espíritu! Dios nos está recordando que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, pero ahora somos llamados a vida por el Espíritu. Tenemos la gran oportunidad de recibir la adopción del Padre Celestial, ser sellados con su Espíritu y recibir la herencia eterna prometida. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida (Gálatas 5:25)