FALSAS ESPERANZAS
Una de las escenas más cautivadoras de los evangelios, no sólo por el contenido de la conversación sino también por el triste desenlace.
Un joven con un genuino interés por llevar un elevado estándar de vida en el aspecto físico y espiritual llega a Jesús con la “esperanza” de haber recorrido el camino casi completo hacia el éxito. Tal vez la pregunta más exacta del joven sería: Jesús, sé que estoy a punto de lograrlo, pero; ¿qué acción me falta para ser perfecto y alcanzar el favor de Dios?
Probablemente hemos subestimado los méritos de este joven en su búsqueda de Dios. Veamos el perfil de este caballero.
Joven: Esto es relevante en la descripción del autor. A diferencia tal vez de algunos otros jóvenes de su edad, este chico había trazado un norte claro en su vida. La Eternidad. Se encontraba en la cúspide y había invertido sabiamente sus mejores años. Según su parecer estaba en el momento exacto para comparecer ante el Dios del universo con una hoja de vida más que calificada.
Rico: ¿Cómo habría obtenido sus riquezas? no está descrito en la historia, pero pienso que era el Mark Zuckerberg de la época. En su búsqueda por la excelencia había encontrado la manera de sobresalir en medio de un panorama histórico de crisis. Seguro que era un joven con aptitudes empresariales y preparado en la sabiduría de la época (helenismo). Y al ser hebreo también debía ser un gran conocedor de la religión judía. Muy parecido tal vez al gran Apóstol Pablo.
Bueno: En sus propias palabras “Todo esto (No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo) lo he guardado desde mi juventud¿Qué más me falta?” No mentía al decir que se había dedicado a cumplir al pie de la letra la ley judía. En la entrevista con Jesús, este joven tenía la esperanza que el Maestro respondiera a su consulta - muy bien muchacho lo has logrado, estás APROBADO
¿Qué podría faltarle a este joven excepcional para llegar a la cima de la vida? Un último aspecto. “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.” Mt 19:21
Casi se puede oír como se derrumbó “la fortaleza de falsas esperanzas” que caían frente a este joven. Nada de lo que has hecho tiene más valor que SEGUIR a Jesús. Esa era en ese momento y sigue siendo hoy la Única esperanza del hombre para obtener la vida eterna.
En palabras del Apóstol Pablo sería así: “Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” Filipenses 3:8 NTV