SANIDAD / COMPLETOS EN DIOS
TODO EL TIEMPO... he creído que la aplicación de que “por sus llagas hemos sido curados” se refería casi estrictamente a la curación de nuestras enfermedades físicas.
PERO... he seguido escudriñando las escrituras, siempre para comprender más exactamente lo que se quiso decir originalmente, cuando el Espíritu Santo tocó a esa persona para inspirarla a escribir como un legado, una herencia, un testamento para nosotros.
AHORA VEO MEJOR... que antes.
Veo que el contexto de Isaías 53:2-6 en esa parte me dice así: “Pero fueron nuestros pecados los que le hicieron eso, que lo desgarraron, lo destrozaron ... ¡nuestros pecados! Él tomó el castigo, y eso nos hizo completos. (entero, integro, sano, intacto, ileso). A través de sus magulladuras (moretones, hematomas) nos curamos.”
¿Quiere una descripción de cada uno de nosotros, mientras estuvimos en nuestros delitos y pecados?
Lea Isaías 53:2-6 cuando habla del “siervo de Jehová” (Cristo). Siempre me he dicho a mí mismo que yo nunca he pensado de Jesús como ese pasaje dice que nosotros pensamos de Él. Quizás fueron los judíos los que lo vieron así: Despreciado y desecha do entre los hombres...como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Mire la descripción que hace Isaías de nuestro Jesús:
- raíz de tierra seca (una escuálida planta de semillero, una maleza en un campo reseco)
- no hay parecer en él (No había nada atractivo en él)
- ni hermosura... sin atractivo para que le deseemos (nada que nos hiciera echar sobre él un segundo vistazo)
- Despreciado, desechado entre los hombres (menospreciado y pasado por alto)
- varón de dolores, experimentado en quebranto (un hombre que sufría, que conocía el dolor de - primera mano)
-azotado, herido de Dios y abatido (él traía el pecado en sí mismo; Dios lo estaba castigando por sus propios fracasos).
¡ESE ERA YO!... Isaías tenía que describirlo así, porque Dios le estaba diciendo que, aunque Jesús nunca fue así, era necesario que Dios lo viera así, porque Él se estaba vistiendo DE MI... PARA QUE YO ME VISTIERA DE ÉL!
¡Ese ser desintegrado que era yo... pronto estaría completo!, porque, EL UNIRÍA LAS PARTES...
Esa descripción era la de un pecador... fracasado, condenado, carente de... “sin” ... la gloria de Dios:
AHORA VEO MEJOR... Que sus llagas o heridas, ...o moretones... ¡eran los míos! El me los quitó y los puso sobre su cuerpo acompañados del dolor correspondiente... Y YO... como consecuencia, me miro y ya no están mis llagas... ya no estoy como “maleza en tierra seca”, sin atractivo, pasado por alto, ni herido por Dios. SU GRACIA me alcanzó, soy lo mejor, el sueño de Dios, su hijo, vestido nuevamente COMO EL HIJO PRÓDIGO, VESTIDO POR EL PADRE AMOROSO. Miremos esta oración:“Os saluda Epafras... siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.” Col 4:12