PERSUADIDOS PARA PERSUADIR
…estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo… (Filip. 1:6)
Todos estaremos de acuerdo que no podemos dar a las personas de lo que no tenemos. Apóstol Pedro dijo al paralítico: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy” … y puso fin a su discapacidad ayudándole y ordenándole que se levantara. (Hch. 3:6)
Los discípulos frente a la aldea de los samaritanos no tenían un buen espíritu – según Jesús. Ellos reaccionaron a la actitud poco hospitalaria de la gente de esa aldea pidiéndole a Jesús que mandara un castigo de fuego contra ellos. Él les dijo que la misión de Él no era destruir sino salvar.
Pablo estaba persuadido de que Dios había comenzado algo en los creyentes que no quedaría a medias. Nosotros debemos igualmente, con agradecimiento, dar bienvenida al proceso que Dios ha comenzado en nosotros. Cada vez nuestro espíritu está siendo invitado al cambio, a la mejora, al perfeccionamiento. Esto significa que somos cada día mejores, que cada vez nos parecemos al modelo que Dios, el modelo de Cristo. ¿Creemos esto?
El siguiente pasaje pertenece a un “capítulo de oro” de las Escrituras. Mientras defiende la autenticidad y autoridad de su trabajo para Dios, Pablo hace la siguiente afirmación:
“Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.” (2Co 10:7)
Pablo está dando por un hecho que alguno puede tener la convicción de ser pertenencia de Cristo.
¡Hermanos, somos de Cristo! Él está haciendo su trabajo, cambiando nuestro espíritu para que sea como el de Él. Tendremos un espíritu mejor que el de los discípulos en Samaria que, según Jesús, no sabían de qué espíritu eran… (Lucas 9:55).
El discípulo de Cristo debe tener las actitudes de Cristo: Filip._2:5, "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús".
Entendamos esto, no podemos seguir viendo a las personas como las vemos ahora. Debemos verlas con la actitud de Jesús, como dice: “cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor”. (Mat 9:36).
Pero si no estamos persuadidos de la realidad de lo que Dios ha hecho y está haciendo en nosotros, no cambiaremos. Como sea que queramos evadirlo, esto es lo que somos y lo que Cristo está construyendo en nosotros:
Embajadores, para convencer de algo a la gente: Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2Co 5:20)
Pueblo de sacerdotes santos, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable… (1Pe 2:9)
Estoy persuadido de que El comenzó su obra en nosotros…. La pregunta es: ¿Le estamos dejando perfeccionar, mejorar lo que comenzó? Trabajemos con El… nos conviene…