Atmósfera evangelística a tiempo y fuera de tiempo

"Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia." 

- 2 Timoteo 4:2 -

Estamos viviendo en los tiempos finales.  En los capítulos 2 y 3 de 2da de Timoteo nos describe al hombre de “los postreros días” y ya son evidentes estas características en el hombre de hoy.  Hay mucho orgullo, inmoralidad, vanidad y la tendencia en buscar más placer y menos de Dios.  Se suma a esta conducta la aparición de falsos maestros que no comunican la sana enseñanza, sino que solo le dicen al hombre lo que quiere escuchar.

En ese contexto que proyectaba el apóstol Pablo, él instruye a su hijo en la fe a predicar la palabra de Dios “con urgencia”.  Y en obediencia a la Palabra de Dios, la iglesia de estos tiempos  y las nuevas generaciones de creyentes están llamados  a cumplir con la misma instrucción.

Anuncia el mensaje de Dios

Como creyentes debemos estar conscientes que entramos en un modo de urgencia para hablarle a otros de la oportunidad de salvación que hay en Cristo.  Es importante mantener un buen testimonio, pero no será suficiente.  Es importante que sepan que somos cristianos, pero no será suficiente.  Es importante orar, leer la Palabra de Dios, asistir a la iglesia, pero no será suficiente.  Debemos acercarnos a las personas y hablar (anunciar) las buenas noticias de Dios para todos; tan cerca como sea posible para poder extender ese “salvavidas” a los que se pierden.  Esto requiere establecer puentes de comunicación con los que nos rodean, invertir tiempo y actuar.

A tiempo y fuera de tiempo

Como iglesia solemos establecer actividades evangelísticas para predicar y llevar el mensaje de salvación.  Estas actividades tendrán que ser más frecuentes y no solo programadas.  Debemos asumir en nuestra agenda cotidiana que cualquier momento será bueno evangelizar y estar cerca del perdido.   ¿Cómo evangelizo en un transporte público? ¿Cómo puedo testificar en una jornada laboral? ¿Cómo puedo invitar a una persona a los pies de Cristo mientras estoy en una cafetería o un restaurante? ¿Cómo lograré anunciar las buenas nuevas en un evento deportivo o mientras hago ejercicios?  Que cada interacción con las personas cuente para salvación.  Unos sembraremos, otros estaremos regando, pero en todo momento el Espíritu Santo nos puede dar el poder para testificar.

Paciencia

Nuestro Dios es paciente porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.  De la misma manera debemos tener paciencia con las personas a las que les anunciamos el evangelio.  Nos daremos cuenta de que sus reacciones, la mayoría de las veces no son positivas hacia el evangelio.  Pero debemos ser persistentes y confiar en los procesos del Espíritu Santo en cada individuo.  Nuestra instrucción es corregir, amonestar, animar y enseñar en todo tiempo basado en los principios bíblicos. Mientras, el Espíritu Santo convence de pecado, justicia y juicio.

Se puede evangelizar aunque el momento no parezca el mejor

No deja de sorprender el trabajo evangelístico de los primeros creyentes que, mientras huían de la persecución que Saulo había levantado contra ellos, parecían encontrar momentos para anunciar las buenas noticias de evangelio por donde pasaban con compromiso y naturalidad acompañada de manifestaciones del Espíritu Santo que producían salvación y gozo.  Tomamos ejemplo de estos creyentes para reconocer que sí se puede anunciar el evangelio en todo momento.  Hechos 8:4