¡Que viva Panamá!…. ¡para Cristo!
En este mes de noviembre Panamá tiene varias celebraciones alusivas a lo que conocemos como la Patria. Sin embargo, más allá de celebrar como panameños o como personas que viven en esta nación, debemos adoptar también una perspectiva como creyentes (total que nuestra verdadera Patria es ahora celestial).
Es a los creyentes que Pablo escribe una exhortación que bien pudiéramos aplicar hoy en día, no solo por lo que indicamos del mes, sino también porque se acerca un período intenso de campaña electoral marcado por una incertidumbre geo-política (tema de migrantes, guerras, etc.), económica y aún social de la que Panamá no escapa ni los creyentes que vivimos en esta nación.
1 Timoteo 2:1-4 (RVC)
Ante todo, exhorto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos, para que vivamos con tranquilidad y reposo, y en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen a conocer la verdad.
Ante todo: Esto no se refiere al tiempo, se refiere a la importancia.
1. Rogativas: esta palabra es la que hemos traducido como ruegos. Son oraciones que expresan una necesidad o deseo; una súplica o petición para sí mismo o de parte de otros. Implica un sentido de necesidad, y la propia insuficiencia del suplicante. La diferencia entre la rogativa y una petición es que la persona que ruega viene a Dios en un estado de humillación y listo para rendir y dar cualquier cosa.
2. Oraciones: esta es la que en griego significa “oraciones” y que tiene énfasis en adoración de Dios y de llevar nuestros deseos a Él. Implica devoción.
La oración, en sentido general, es el acto de hablar con Dios. El cristiano debe de siempre buscar la oportunidad para orar.
3. Peticiones: se traduce como oraciones que expresan intercesiones o peticiones de súplicas de parte de alguien realizadas a un superior.
Implica el acercarse a Dios con confianza, buscando una audiencia en persona, generalmente en nombre de otro.
La Biblia nos enseña que Dios contesta oraciones de acuerdo a nuestra fe y a su voluntad.
4. Acciones de gracias: la oración no es sólo pedirle cosas a Dios; también quiere decir darle gracias a Dios por cosas.
Las oraciones de gratitud afirman nuestra fe porque usamos nuestras palabras para declarar la gloria de Dios y la grandeza de sus obras. Debemos dar gracias en todas circunstancias, tanto en momentos buenos como en los malos.
Estos cuatro matices deben partir de la comprensión de que Dios, que nos ha salvado, desea que todos los hombres (desde las autoridades para abajo) sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Entonces como no orar por salvación y porque su Pueblo, que vive en esta Nación, viva con tranquilidad y reposo como resultado de un ambiente de piedad y honestidad, lo que a su vez le parece bueno y agradable a Dios.
Celebremos este mes, pero no olvidemos la voluntad de Dios para nuestra nación y los que vivimos en ella.