PERSUADIMOS A LOS HOMBRES
Persuadir, o sea, conseguir con razones y argumentos que una persona actúe o piense de un modo determinado puede ser un asunto complejo, que puede tomar algún tiempo, pero no es una tarea imposible. La gente recibe y cambia.
La Biblia enseña que Dios nos ha dado “el ministerio de la reconciliación” o sea, que Dios ha asignado a todo hombre o mujer convertido al cristianismo la responsabilidad de actuar como embajadores de Dios frente a todos los que no lo conocen.
De que se trata la misión de estos embajadores?
Debemos contarle a la gente la historia del Hijo de Dios que vino al mundo, de Jesucristo, quien no tomó en cuenta los pecados que mantenían a todos alejados de Dios y que vino a ofrecer perdón y reconciliación con Dios.
Es cierto, apelamos a la mente y al corazón. Llevamos nuestro argumento, que es el argumento amoroso de Dios a las personas. Nuestra oferta verbal , nuestro discurso, se llama BUENAS NUEVAS. Este mensaje sencillo ene poder.
Pero no será sólo un esfuerzo humano por con- vencer a las personas endurecidas de este mundo. Mire la provisión que Dios nos da:
Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos. Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo. 2Co 10:4-7 NTV